martes, 10 de febrero de 2015

ENTRADA N° 19. 10 de Febrero 2015. El RITALIN

ENTRADA N° 19.   10 de Febrero de 2015.


EL RITALIN. 


El Ritalín fue algo así como el mentolatum: era el único "remedio" mágico que servía para todas y para cada una de las así llamadas "dificultades de aprendizaje", y para algunas cosas más también. Hace 50 años, los niños rara vez eran llevados al Psiquiatra o al Neurólogo. Casi todos iban al Pediatra, y éste tenía su Ritalín a mano para recetarle a todos aquellos que tuvieran algo que ver con el comportamiento, la buena conducta, la capacidad de auto-control y el buen rendimiento escolar. 

Obviamente, quienes diseñaron y produjeron el Ritalín fueron laboratorios farmacológicos asociados con neurólogos y psiquiatras. En manos del Pediatra de la familia, recetar Ritalín llegó a ser como mandar al niño a acostarse y tomarse una agüita caliente.  Se pretendía que el Ritalín lo pudiera resolver todo.

El Ritalín no tuvo nada que ver, ni al principio ni ahora tampoco, con la disgrafia. Desde su discurso "medicamentoso" el Ritalín tenía que "curar" algo. Si usted pregunta hoy de sopetón,  a los especialistas de la neurología y la psiquiatría : ¿QUÉ CURA EL RITALIN?..... se va a encontrar con esas caras de sorpresa. No tienen una respuesta clara. Pero son hábiles y le van a dar esas respuestas vagas, ambigüas que terminan no diciendo nada.  Pudieran decirle que el Ritalín "armoniza el ánimo" (sepa Moya lo que pudiera ser eso)....o quizás le digan que "contribuye a una buena coordinación sensomotriz"......(No lo hace: tras años de Ritalín los disgráficos no mejoran la coordinación senso-motriz observable en su manuscritura).  Sin embargo, muy pronto se inventó la teoría que lo explicaba todo.   La gran causa de fondo era un daño cerebral (pequeñito a veces); ese daño, causaba perturbaciones neurológicas;  y estas perturbaciones generaban las "dificultades de aprendizaje",.....las que podían "expresarse" como disgrafia, dislexia, discalculia, etc.   O sea, la disgrafia tenía como primera causa al daño cerebral, solo que de esa causa inicial, había un enredoso proceso para llegar a la disgrafia misma.  Al interior de esta conceptualización, El Ritalín quizás pudiera atenuar los efectos de un daño cerebral,....pero definitivamente, NO ES una rehabilitación para la disgrafia.  En mi experiencia con escolares -y he visto a muchos- el Ritalín calma a los hiperkinéticos, y actúa como sedante para los demás niños; los aletarga, les baja la impulsividad. 

La teoría de este "daño cerebral pequeñito"....es solo una teoría, un discurso. Si usted va al neurólogo hoy, y éste le llega a decir que su hijo tiene un pequeño problema cerebral (ya no dicen daño) Usted tiene todo el derecho del mundo a que ese neurólogo le muestre las evidencia que tiene para hacer semejante diagnóstico. Si usted se pone duro y exige scanners, tomografías, resonancias, etc, ALGO que pueda servir de apoyo-fundamento a la hipótesis de ese "daño cerebral pequeñito", lo más probable es que el neurólogo será incapaz de mostrarle imágenes con daño alguno. La verdad es que no ha detectado ningún daño y sólo le recita el viejo discurso de esa teoría de varios eslabones causales.   

La medicina es una ciencia empírica, científica en alta medida.  Sus "remedios" TIENEN QUE SERVIR para curar o para atenuar algunas patologías.  Si el Ritalín cumpliera con esta exigencia, MEJORARÍA LA DISGRAFIA en todos esos casos en que el neurólogo lo receta para un disgráfico. Si seguimos la lógica bio-neuro......terminamos en que el Ritalín no cura nada, cuestión perfectamente empírica y constatable: Usted puede dar Ritalín durante un año, a cien disgráficos diagnosticados por neurólogos, y esas disgrafias están allí igualitas al año siguiente. 

Si usted, en un gesto de desesperación y rebeldía, lleva a su hijo disgráfico a que le hagan un reforzamiento pedagógico especial "x",....pudiera ocurrir  que este "tratamiento" mejore a su hijo, aunque no curará a los cien disgráficos, pero basta con unos pocos rehabilitados.  ¿Cómo pudiera tener éxito un "reforzamiento pedagógico",...si de verdad se hubiera tratado de un daño cerebral pequeñito"?   Imposible. No hay pedagogía que cure daños cerebrales; y sin embargo, estos "milagros" ocurren,....no por milagro, sino porque NO HABIA daño cerebral alguno.

Para los apoderados es muy difícil ponerse a diagnosticar por su propia cuenta y controlar los diversos diagnósticos que les dan. Una manera que yo considero más factible, y que no obliga a confrontar a nadie, es la siguiente:  si el neurólogo receta Ritalín, muy bien. Usted sigue esa receta por CUATRO MESES.Terminado el cuarto mes, Usted evalúa avances. ¿superó su hijo en algo su disgrafia?  Si la ha superado en aspectos importantes, continúe con el tratamiento; mientras haya logros, no se aleje del terapeuta que los produce. Pero si cuatro meses de Ritalín no producen mejoras , entonces toca cambiar de terapeuta y de terapia.  Yo necesito 4 meses para tener logros claros sobre las disgrafias motoras. Si en ese plazo no los consigo, lo más probable es que se trata de una disgrafia no-motora, que yo no sé resolver.  ¿Se entiende?  den a los especialistas la oportunidad de demostrar que tienen la razón y que saben hacer terapias eficientes. Pero no se entreguen pasivamente a quienes no consiguen mejoras con sus terapias: sin logros, no son competentes en lo que el paciente necesita. 

He visto a muchos escolares que tomaban Ritalín y que no mejoraron en sus disgrafias. Y también vi como la mayoría de ellos superaban sus disgrafias con terapias distintas al Ritalín. 

A todo esto, he hablado solamente de Ritalín, pero a estas alturas hay una docena de fármacos parecidos. No importa el nombre del fármaco....lo que importa es que son MUY POCOS los escolares que de verdad tienen "daños cerebrales",...por "pequeñitos" que fueran. 

En definitiva, el Ritalín puede servirle al 5% o menos de los disgráficos. Para el restante 95%, se necesitan otros tratamientos. 

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