sábado, 7 de febrero de 2015

ENTRADA N° 18: 06 de Febrero 2015. MEDIDAS ESTANDARIZADAS DE LA DISGRAFIA.

ENTRADA N° 18:  06 de Febrero 2015.   


MEDIDAS ESTANDARIZADAS DE LA DISGRAFIA.


Como prácticamente en TODAS las medidas estandarizadas, la disgrafia puede diagnosticarse con muy disímiles criterios y niveles de exigencia. Aunque el propósito de la "estandarización" es justamente el contrario, se verá que nuestras prácticas metodológicas pueden llevarnos a decir, ya sea que la disgrafia no existe,....o de lo contrario, puede llevarnos a decir que todos somos disgráficos; y una cosa o la otra van a depender de los criterios con que hagamos la estandarización. 

Digamos para empezar, que en algunas personas puede haber  "cero" disgrafia, y que en otras personas puede haber hasta "cien" de disgrafia, entendiendo que "Cero" significa que no hay NADA de disgrafia, y que CIEN es el máximo de disgrafia que un cierto instrumento es capaz de medir. Podemos suponer que se trata de un cuestionario-tarea en el que está prevista la posibilidad de que la persona cometa hasta cien errores, (o declare cien síntomas) que serán indicadores de su disgrafia.  Con semejante instrumento resultaría fácil decir que quienes estén en cero errores, o muy cerca de esto, no son disgráficos; de igual modo quienes estén en cien errores o cerca de eso, serán definitivamente disgráficos. En los extremos de la distribución, no hay problemas para leer y diagnosticar bien. Pero, ¿ qué diagnóstico correspondería para una persona que comete 35 errores, y qué correspondería para otra que comete 60 errores?   Llevando esto al extremo:  ¿Existe un límite definitivo que nos diga por ejemplo, que hasta el puntaje 49 NO HAY DISGRAFIA, pero que a partir del puntaje 50 SI LA HAY?

Estamos ante dos problemas. El primero es CUAL ES EL LIMITE entre si/no para la disgrafia; el segundo problema es QUIEN DEFINE ESE LIMITE Y CON QUE CRITERIOS.  La solución para los puntajes límites, va a depender de quién y con qué criterio los defina.

Siendo sumamente científicos y compulsivos, podríamos hacer diez estudios diferentes. Cada uno de ellos tomaría una muestra representativa a escala nacional de escolares de 5° Año Básico y mediríamos las cantidades de errores de tipo disgráfico que cometen (o síntomas que declaran) según el cuestionario de Cero-a-Cien.   Supongamos que los promedios de errores en cada muestra, fueran

Muestra A= 35 errores;  B=30;  C=42;  D=  31; etcétera.   

Podemos sacar el promedio de promedios y, supongamos, tenemos que, consideradas esas diez muestras representativas, el promedio de promedios es 33 errores-síntomas-indicadores disgráficos.   Propongo de una vez dos criterios distintos:  a) Puedo decir que SON DISGRAFICOS todos quienes están sobre ese promedio de errores, o como alternativa, b) puedo decir que son disgráficos quienes están AL MENOS una desviación estándar sobre ese promedio de errores.... y supongamos que eso corresponde a 42 errores.   ¿Se capta? con dos criterios, cada uno de ellos bien legal, tengo dos definiciones operacionales  distintas para la disgrafia. Traducir todo a percentiles o a puntajes Z, nos deja exactamente igual: sabremos dónde se ubica una persona con respecto al rendimiento de su grupo de origen-pertenencia, pero eso nos nos resuelve el problema de decidir dónde empieza a haber disgrafia.

O sea:  medir muy bien en grandes muestras nos ofrece un REGISTRO O MEDICION representativa de muchas personas, pero NO NOS DICE cuáles son los límites entre Sí o Nó a la disgrafia. Cada instrumento estandarizado que usted encuentre para la disgrafia, va a presentar este problemita:  LE VA A DECIR QUE SE CONSIDERA DISGRAFIA DESDE AQUI PARA ARRIBA,...y usted tendría, en ese momento, que averiguar con qué criterio marcaron ESE LIMITE. 

Bien en el fondo, los tests estandarizados son perfectamente objetivos cuando declaran sus REGISTROS de mediciones, pero son arbitrarios y subjetivamente sesgados cuando tienen que definir estos "puntos de corte críticos" para el sí o el nó de la presencia de una problemática que se manifiesta gradualmente en la población.  Yo podría ser algo obsesivo, y defender la idea de que nadie debiera tener un sólo síntoma-indicador de disgrafia; y desde semejante criterio, propondría que consideremos disgráficos a todos quienes cometan 5 errores o más......poca gente escaparía a este diagnóstico de disgrafia.  En el otro extremo puedo ser muy relajado y permisivo, y decir entonces que las disgrafias "intermedias" vienen siendo una exageración de los especialistas, que las VERDADERAS DISGRAFIAS son únicamente las que superan los 85 errores, medidos por este instrumento 0-100 que hipotetizamos. En este caso, no reconoceríamos sino a unos poquitos disgráficos en la población, aunque muchos de ellos cometan fuertes cantidades de errores-indicadores-de-disgrafia. 

¿Se dan cuenta?....Aún si la medición es perfectamente precisa y objetiva-cuantificada en sus REGISTROS del fenómeno medido, ello no nos salva de tener que usar el criterio SUBJETIVO para determinar el límite del si o no para la disgrafia, o para el fenómeno que sea. El instrumento mide y contabiliza; el experto define los estándares.

Yo hice una investigación en estudiantes de primeros años de la universidad de Valparaíso en 2003. Tras eliminar cuestionarios cuyas respuestas eran incompletas o contradictorias, tuvimos para analizar 443 declaraciones de jóvenes universitarios que se referían a qué problemas de manuscritura tenían, y con qué intensidad estimaban que los sufrían.  Casi todos esos 443 estudiantes, declaraban problemas de manuscritura.  Unos pocos entre ellos declaraban problemas intensos en todo lo que les preguntamos. Quedó así a criterio de la investigación el definir los límites entre disgrafia y no disgrafia en esa medición. 

No hicimos un límite del tipo "corte".  Dijimos que había una disgrafia grave,....en aquellos sujetos que ESTIMABAMOS que necesitaban urgentemente resolver sus problemas porque declaraban muchos y graves problemas; dijimos que había una disgrafia leve, porque comparada con la grave, estos sujetos no tenía una necesidad tan urgente de resolver sus dificultades, y dijimos que había disgrafias mínimas,....porque algunos sujetos marcaban muy pocos de nuestros indicadores, no les atribuían mayor intensidad, y parecía que podrían sobrellevar perfectamente estas "mínimas" disgrafias que detectaba nuestro instrumento. (Noten de paso, que el instrumento lo construimos nosotros mismos, desde nuestros criterios....si el registro y la cuantificación pueden ser perfectamente objetivos, lo que se registra y cuenta son respuestas ante indicadores que el especialista escoge subjetivamente desde su teoría y su concepto del fenómeno). 

Llegamos así al final de este argumento. No existe una diferencia objetiva que marque la frontera entre quienes SON disgráficos y quienes NO SON disgráficos.  Los límites que podemos proponer son siempre CRITERIOS SUBJETIVOS que tratarán de ser razonables, pero que no provienen de ninguna Objetividad pura.  Se suele hacer chistes con aquella frase que dice "estoy un poquito embarazada"; el chiste está en que en ese fenómeno no existen los "poquitos": la mujer está embarazada o no lo está.   En una enorme cantidad de fenómenos, como en la disgrafia, el asunto es exactamente al revés. Todos somos un "poquito" disgráficos, y va a depender de la severidad de los tests, que los resultados digan que casi toda la población es disgráfica,.....o que casi nadie es disgráfico.   


 OJO CON LOS TEST ESTANDARIZADOS. Se trata apenas de convenciones sobre la gravedad de los fenómenos; y hacemos esas convenciones, .... muy subjetivamente.   en el fondo, el tema no debiera ser QUIENES SON DISGRAFICOS, ... SINO QUIENES ESTAN DISPUESTOS A ASUMIR QUE NECESITAN RESOLVER SUS PROBLEMAS DE MANUSCRITURA. Estos son los verdaderos disgráficos. Hay otros, con problemas peores que éstos, pero que se van sin aceptar que son disgráficos.  Allá ellos: ojalá llegue el momento en que entiendan que les conviene resolver esa clase de problemas que tienen, ....aunque no los consideren lo suficientemente graves como para admitir que tienen una disgrafia.  Por supuesto, hay otros criterios que entran a jugar en esto. El diagnóstico de la disgrafia no es algo que se haga con UN CUESTIONARIO, ...aunque algunos cuestionarios pueden ayudar mucho a hacer un buen diagnóstico. 

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