ENTRADA N° 16 : 05 de Febrero de 2015.
ENTRADA N° 16 : 05 de Febrero de 2015.
Hablar de disgrafia es dificilísimo en términos cuantitativos, porque el concepto mismo no está consensuado. Así, los diagnósticos detectan asuntos muy distintos unos de otros, y por supuesto, si diagnostican asuntos diferentes, ...van a dar cifras de prevalencia muy distintas. Es inevitable: cada diagnosticador tiene sus criterios....y no podría ser de otra manera.
Yo estoy sesgado hacia la
disgrafia MOTORA y tengo buenas razones para practicar conscientemente ese
sesgo. Y puedo declararlo...para que los demás me entiendan cuando me lean. No
estoy haciendo "trampas": simplemente hago y declaro lo que creo
correcto y acertado. Dicho esto,.....
En mi experiencia, las
disgrafias que he podido conocer (he acumulado unos 2000 casos a lo largo de 30
años) se distribuyen así en los diferentes tipos habituales de disgrafias:
- a) Cerca del 90% de las disgrafias SON MOTORAS y se las puede rehabilitar con alta proporción de éxitos.
- b) En más o menos un 5% de las disgrafias, hay DAÑOS CEREBRALES y perturbaciones neurológicas severas asociadas. El Ritalín no es capaz de curarlas ni otros fármacos tampoco. A estas disgrafias se las puede intentar rehabilitar en sentido MOTOR, pero el éxito es solo parcial: aunque se logre mejorar la mecánica de la manuscritura, con ello no se rehabilita los daños cerebrales, las perturbaciones neurológicas ni el malfuncionamiento cognitivo que pueda venir derivado de los daños neurológicos. Es decir, mal pronóstico cuando las disgrafias son realmente causadas por daños neurológicos. Afortunadamente, se trata de una baja proporción de casos al interior de todas las disgrafias: solo un 5%.
- c) Hay una disgrafia COGNITIVA que aún es poco conocida y por lo mismo, es casi seguro que está sub-diagnosticada. Se trata de disgrafias que están asociadas y en buena medida causadas por malfuncionamientos de diversos procesos cognitivos posibles; daré solo un ejemplo que parece claro para identificar este grupo de disgrafias: Supongamos que un escolar disgráfico es sometido a scanners, tomografías, resonancias y cuanta imagenología esté disponible,.....y NO SE DETECTAN daños, perturbaciones ni malos funcionamientos neurológicos. Paralelamente, se le hacen test de todas clases, separando las pruebas motoras de las orales, y la persona rinde muy bien en las orales, pero pésimo en las escritas. El caso típico es que esa persona puede ser un gran contador de cuentos y relatos orales, ....pero no logra redactarlos en una página ni en dos tampoco. se diría que PEDIR REDACCION Y ESCRITURA arruina el funcionamiento de procesos cognitivos que, en sentido ORAL funcionan muy bien. Estas disgrafias COGNITIVAS son el 5% restante; es decir, de nuevo tienen poca prevalencia-incidencia, pero esta pudiera subir en la medida en que se las diagnostique con más precisión.
Yo prefiero mi clasificación
en MOTORAS, COGNITIVAS Y NEUROLOGICAS porque remite directamente a las
posibilidades de rehabilitarlas. Si hay daño neurológico detectado, bien: esa
disgrafia tiene que ser rehabilitada en primerísimo lugar por los neurólogos.
Si no hay daños neurológicos detectables, esa disgrafia ya sale del ámbito de
competencia de los neurólogos y empezamos a hablar de disgrafias MOTORAS, que
pueden ser rehabilitadas por distintos especialistas en éstas problemáticas.
Durante una rehabilitación motora de disgrafias, aparecen claramente a mitad de
procesos, dos situaciones distintas: el disgráfico avanza rápidamente en la
superación de su disgrafia, tan sólo por el hecho de que está cambiando la
motricidad de su manuscritura, o en el otro caso, avanza en la mecánica de la
manuscritura pero no en otros componentes lingüísticos y fonológicos,
cognitivos, que siguen trancados. Estamos ante una disgrafia COGNITIVA....y
correspondería que la traten los Psicólogos Cognitivistas especializados en
dificultades de aprendizaje, o especialistas en neurociencias que hayan hecho
especializaciones en dificultades de aprendizaje y procesos neurocognitivos.
Lo que me interesa destacar,
es que no todos los tratamientos son iguales, no todos los disgráficos
necesitan lo mismo. La idea de que a un disgráfico MOTOR pretendan
rehabilitarlo a punta de Ritalín....no funciona. La idea de que un disgráfico
que tiene daño neurológico reciba una rehabilitación de "reforzamiento
pedagógico".....tampoco sirve: el reforzamiento pedagógico jamás podría
curar un daño cerebral-neurológico. Yo acepto mi incompetencia en las
disgrafias neurológicas y en las cognitivas: me especialicé en las MOTORAS,
porque son la mayoría.
Espero que se entienda este lío. Tenemos distintas
"teorías" sobre la disgrafia y de ellas se derivan distintos
diagnósticos. Donde las diferencias teóricas desaparecen, o no interesan en absoluto,
es en las rehabilitaciones: los especialistas TIENEN O NO TIENEN RECURSOS PARA
REHABILITAR LAS DISTINTAS DISGRAFIAS, y en mi experiencia, esos recursos que se
necesitan, se clasifican según las tres categorías de disgrafias que acabo de
plantear. ....
Les pongo un ejemplo triste, pero muy frecuente. Un
escolar lleva tres años tomando Ritalín para su disgrafia, pero no logra
mejorar en nada su manuscritura. Se le hace una rehabilitación MOTORA y en 4
meses está escribiendo de maravillas y sus síntomas de disgráfico han
desaparecido. ¿Cómo entender esto? Fácil: El neurólogo se salió de su área de
verdadera competencia, y trató de curar con Ritalín una disgrafia que no es
neurológica en su origen. Obvio: el Ritalín no podía funcionar. Por el otro lado,
el hecho de que una rehabilitación produzca la "mejoría" del caso, es
una prueba adicional de que esa disgrafia no era neurológica sino MOTORA.
COMENTARIOS FAVOR A: andresgacitua40@gmail.com Gracias.
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