viernes, 13 de febrero de 2015

ENTRADA N° 20 : 14 de Febrero 2015. EFICACIA DE LOS TRATAMIENTOS DE DISGRAFIA.

ENTRADA N° 20 : 14 de Febrero 2015.     

EFICACIA DE LOS TRATAMIENTOS PARA LA DISGRAFIA.


Si usted busca tratamientos de disgrafia en la red, se va a encontrar con dos cuestiones decepcionantes. La pimera es que lo poco que aparece bajo semejantes términos, son apenas "discursos generales" que repiten unas cuantas obviedades sin entrar en aspectos específicos. El segundo problema consiste en que, independientemente de qué tratamientos se aborde, ...no aparecen tablas de resultados en los que uno pueda evaluar qué tan eficientes resultan esos tratamientos. 

Hay casos más incómodos de criticar aún: grandes estudios....de UN SOLO CASO, no permiten llegar a conclusión válida alguna. Se necesita someter a prueba las presuntas terapéuticas en cantidades grandes de sujetos; de lo contrario, el asunto no tiene más valor que el mero ANECDOTARIO. 

Evaluar los logros de un tratamiento para una disgrafia motora no es tan complicado, aunque puede volverse algo bastante extenso y detallista si uno quiere cubrir ampliamente el fenómeno. 

1) Se puede evaluar la velocidad de escritura en media hora.   Si el ex-disgráfico logra subir al triple (por decir algo) su velocidad de escritura, está claro que esa terapéutica le sirvió bastante. 

2) Se puede evaluar la legibilidad de los textos.  Si en virtud de una terapéutica determinada, un ex-disgráfico mejora sustantivamente la legibilidad de sus textos manuscritos, la terapéutica ha sido eficiente en este sentido. 

3) Se puede evaluar resistencia al cansancio. Si antes del tratamiento el ex-disgráfico se "agotaba" a los doce minutos de transcribir lo que se le dictaba, y después del tratamiento logra transcribir 45 minutos de dictado sin agotarse en forma extrema, la terapéutica ha tenido su eficacia en este aspecto.

4) Para mí, lo anterior es relativamente secundario; prefiero evaluar los niveles de fuerza, tensión, y cansancio al escribir, así como la frecuencia-velocidad con que aparecen los calambres.  Si un ex-disgráfico declaraba fuertes cansancios y aparición de calambres en su mano a los 15 minutos de una manuscritura esforzada, y después del tratamiento logra escribir 45 minutos sin esos cansancios extremos y sin que aparezcan los calambres,,,,hemos tenido eficacia.  La evaluación de estos aspectos puede ser simplemente perceptual-intuitiva, o uno puede ir al detalle con mediciones sumamente sofisticadas. La parafernalia tecnológica y las máquinas permiten hoy medir casi cualquier cosa. Creo que no hace falta tanta obsesión; las mejoras SE VEN y el ex-disgráfico las percibe y las declara; tiene relativamente poco interés ponerle numeritos precisos a estas mejoras evidentes. 

5) Un indicador especialmente importante de la superación de una disgrafia es el tipo de letra que la persona traza y la técnica muscular con que realiza ese trabajo. Hay letras tensas y tortuosas que inevitablemente desatan la sintomatología disgráfica.  Si estas letras se cambian por otras relajadas, más fluidas y que no impliquen gastos musculares excesivos, la eficacia de los tratamientos está clara. 

6) Se puede acudir a procedimientos tales como evaluar la calidad de los cuadernos del escolar previamente disgráfico.  Puede haber mejorado su velocidad, y por ello, ahora toma apuntes más completos  en sus asignaturas.  Puede haber desarrollado un tipo de letra más legible. Si los buenos apuntes cubren desde las primeras clases de la mañana hasta las últimas de su jornada escolar, podemos inferir que ha logrado una resistencia al cansancio que antes no tenía.  Si no hay "espacios en blanco para rellenar después" con los apuntes no tomados en su momento, podemos inferir que los calambres no están apareciendo con tanta frecuencia.

7) Falta el criterio TIEMPO. Las terapéuticas y rehabilitaciones son tanto más eficaces, cuanto ANTES consigan sus logros.  Yo estimo que la eficacia mínima de una buena terapia debe poderse apreciar tras cuatro meses de trabajo, a razón de dos horas semanales. Esto es, aproximadamente, unas 30 sesiones de trabajo.  Si nuestras rehabilitaciones están funcionando bien, es imposible que tras 30 sesiones no se logre visualizar beneficio alguno.  A partir de este criterio, no me canso de recomendar que a cada especialista, se le otorgue cuatro meses como máximo para demostrar la eficacia de sus tratamientos. Tras esa oportunidad, SI NO HAY LOGROS CLAROS, los padres tienen todo el derecho del mundo a buscar otro especialista que les aporte mejores resultados.  El Ritalín, administrado a los disgráficos durante años y sin que aparezcan superaciones sustantivas de las disgrafias, ....es simplemente una ESTAFA. 

8) El último criterio debiera ser la generalidad-o-cobertura de los logros. Es decir: yo podría tener excelentes resultados en el 2% de los disgráficos a quienes hago rehabilitaciones.  Eso es insuficiente de manera obvia.  Casi se diría que es una casualidad que se mejore el 2%....allí donde fracasa el restante 98%.   En los términos que vengo planteando, mi eficacia personal como rehabilitador está en las cercanías del 90%.   Y no es que "fracase" en el 10% restante...: sino que las problemáticas abordadas requieren tratamientos que van más allá de mi rehabilitación para las disgrafias motoras. 

9)  Hay un factor que, sin ser parte de las técnicas rehabilitadoras mismas, juega un papel decisivo en la eficacia de los tratamientos. La motivación y el empeño lúcido que puede aportar el disgráfico. Imaginen dos sujetos:  a) un escolar de 8 años, que viene amurrado a sus rehabilitaciones, que detesta la manuscritura, que lo han privado de una sesión de juego con sus amigos, y que no termina de entender que "eso" de su disgrafia puede arreglarse. b) Un universitario de primer año que está absolutamente consciente de su problema y de los perjuicios que le causa, y que por lo mismo, pone toda su inteligencia y empeño en hacer bien cada ejercicio que se le propone para sacarlo de su disgrafia.  No hay ni que decirlo: el Universitario hará grandes logros en un par de meses, mientras que el niño amurrado apenas tendrá leves avances en igual periodo. No siempre es fácil "motivar" al sujeto para que ponga lo mejor de sí en una tarea....mucho menos si no la entiende. 
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EN ESTA NOTA ASUMO QUE ESTAMOS ANTE UNA DISGRAFIA MOTORA. CIERTAMENTE, SE PUEDE PROPONER INDICADORES PARECIDOS PARA EVALUAR LAS DISGRAFIAS COGNITIVAS Y LAS ORIGINADAS EN DAÑOS CEREBRALES Y PERTURBACIONES NEUROLOGICAS.

En mi JORNADA SOBRE LA DISGRAFIA no abordaremos aún cuestiones de rehabilitación. Pero los interesados pueden tener plena certeza de que cuando las abordemos, los resultados serán fácilmente visibles para todos. 

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