martes, 30 de diciembre de 2014

ENTRADA N° 5 :  31-12-2014

DIFERENCIAS ENTRE 
DISGRAFIAS HISPANAS Y ANGLOSAJONAS.



Por bastante tiempo me tuvo intrigado escuchar a tantas mujeres norteamericanas que se quejaban de las disgrafias de sus hijos y las comentaban (en algunas redes de Internet) aludiendo frecuentemente a las dispraxias, a las dislexias, al ADHD y a otros numerosos "desórdenes" de fuerte componente cerebral-neurológico. Para mí, y porque he desarrollado la perspectiva ergonómica para entender las disgrafias motoras, es demasiado evidente que la inmensa mayoría de las disgrafias NO ESTAN relacionadas con las dislexias ni con otras presuntas "dificultades de aprendizaje", ni mucho menos con "daños cerebrales". Y sin embargo, ahí estaban las norteamericanas quejándose de todo y malentendiendo las disgrafias de sus hijos, en mi opinión. 

Pero tantas vueltas le di a este asunto, que finalmente capté una obviedad,.... pero que es la clave de todo este lío. 

En español, casi todas las letras tienen un solo sonido que no se confunde con ningún otro. (Hay pequeñas excepciones: la H que no suena versus la H en Chile;   C, S, Z,...que en boca de mucha gente, suenan exactamente iguales; y después vienen esos casos más raros como  Gui  y Güi : pinguino y agüita;  Méjico y México;... roGar y recoGer; en fin, son unas cuantas excepciones, pero sigue siendo cierto que CASI SIEMPRE las letras tienen un solo sonido).  Gracias a esto, cuando un hispano parlante va a escribir una palabra, es muy sencillo que le vengan a su imaginación-memoria las letras correctas, por que sólo ESAS LETRAS sirven para graficar el sonido de la palabra en cuestión. Si quiero escribir la palabra PELOTA....francamente, no existe posibilidad alguna de error, salvo que yo tuviera severos problemas auditivos y discurriera que a lo mejor tenía que escribir BELOTA. Pero todo hispano parlante sabe por experiencia propia que semejantes errores son muy escasos.  En cambio, las confusiones ortográficas entre S, C y Z son muy frecuentes al escribirlas, así como también es un error ortográfico frecuente que pongamos B donde debe ir V y a la inversa, porque estas dos letras suenan igual en la pronunciación de muchos y, por lo mismo, elegir su respectiva grafía se presta a error.

Si ahora nos vamos al inglés, se nos viene encima un lío descomunal. Yo hablo un inglés de mediana calidad y no soy especialista en fonética anglo, pero sé lo suficiente como para tener claro que hay tres (pueden ser más) sonidos diferentes para la letra A :   
A:  en APPLE (manzana), suena como la A hispana.
A:  en MALE (macho o masculino) suena como EI en español.
A:  en HAND (mano) suena como AE ( A y E simultáneas).

Y así,....siga con todas las letras y averigüe las razones de porqué MALE suena igual que MAIL cuando se lo pronuncia oralmente, etc.  

En suma, en inglés, encontrar las letras correctas para graficar esas palabras que están clarísimas en su sonido, es infinitamente más difícil que en español. Esta gigantesca intromisión de lo sonoro-auditivo en la manuscritura de los anglo, que los hispano parlantes no tenemos, es una de las grandes causas de la diferencia que comento. Al escolar norteamericano se le "tranca" la motricidad de su escritura cada vez que se tiene que poner a discurrir cómo será que se escribe una cierta palabra. De ese modo, el gesto motriz es por así decir "saboteado" por esas correspondencias tan escasamente unívocas entre sonidos y letras en inglés. 

Ha sido un alivio para mí entender esta diferencia. Convencido de mi concepción de la disgrafia, no lograba entender porqué los norteamericanos no podían ver esas clarísimas disgrafias motoras que veo con tanta facilidad en Chile. La razón, ahora es obvia: a causa de su idioma, lo auditivo está tan fuertemente involucrado en el gesto graficador de sonidos....que es la escritura, que entienden a la disgrafia como atravesada de problemas fonéticos.... que en español no existen.  Es por esto que yo separo con gran facilidad disgrafia (motora) de dislexias (auditivas y visuales),....quedando la disortografia como una dificultad más cercana a la dislexia que a la disgrafia. Para los anglo parlantes, por naturaleza del idioma, la DISLEXIA AUDITIVA es casi indistinguible de la disgrafia motora: el movimiento de graficación se traba al tener que pensar las correspondencias fonema-grafema casi para cada fonema.  

Resuelto el problema conceptual. Para los norteamericanos la disgrafia es distinta que para los hispano parlantes; para ellos está entrelazada con la dislexia auditiva, mientras que para nosotros es mucho más frecuente detectar una disgrafia "puramente" motora. No son errores de concepto ni de apreciación: son diferencias reales entre sus disgrafias y las nuestras, a causa de las diferencias fonéticas entre los respectivos idiomas. 

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