sábado, 27 de diciembre de 2014

ENTRADA n° 2 :   27-12-2014

LA DISGRAFIA NO ES UNA ENFERMEDAD.

Muchos autores en el tema de la disgrafia han adoptado los criterios de la neurología y repiten como loros que la disgrafia se origina en un daño cerebral, o cuando quieren suavizar el lenguaje dicen que se origina en una "perturbación neurológica"..... y vamos recetendo Ritalín o algo parecido. 

Los daños cerebrales existen y pueden causar disgrafias, pero afortunadamente, los daños cerebrales son muy escasos en la población. Si vamos a un establecimiento educacional y sometemos a todos los escolares a scanners, tomografías, resonancias magnéticas, etc., lo que vamos a encontrar es que el 95% de esos niños y niñas están perfectamente bien, y que la certeza de daños cerebrales no alcanza siquiera al 2% de la población escolar. 

Pero si a esa misma población escolar le hacemos diagnósticos de disgrafia motriz, encontraremos que entre el 30 y el 40% de esos escolares tienen feas letras, cuadernos desordenados, apuntes incompletos e ilegibles incluso para ellos mismos, y declaran que escribir durante 20 minutos o más les causa dolores, tensiones, cansancio y hasta calambres .... que ellos saben superar haciéndose diversos tipos de masajes que han descubierto por sí mismos. No hay duda en cuanto a que escriben pésimo, que escribir les causa dolores y calambres y que su letra los perjudica en una serie de aspectos relativos a los estudios.

La diferencia, entonces, entre un escaso 1% de daños cerebrales empíricamente detectados y un 30 o 40% de los escolares que sufren  su manuscritura y experimentan perjuicios escolares a propósito de ella, es una diferencia brutal. Usted, como eventual padre, está ante dos problemas muy distintos con sus hijos. Tener un daño cerebral es un asunto lamentablemente GRAVE y muy difícil de resolver satisfactoriamente.  Una mala letra disgráfica, en cambio, puede arreglarse con bastante facilidad.  

Este argumento es especialmente importante para los zurdos, porque entre ellos la gran mayoría son disgráficos porque carecen de técnicas adecuadas para hacer su manuscritura.....  Pero si Usted no entiende esta diferencia,... puede terminar dándole Ritalín a ese zurdo durante 7 años, sin corregir ni en medio milímetro la disgrafia en cuestión.  ¿Se entiende?...   Usted habría tratado de "curar" una enfermedad, en circunstancias que no hay enfermedad: lo que hay es el uso de malas técnicas de manuscritura.  Le insisto en las estadísticas: los neurólogos van a tener la razón con un pequeñito porcentaje de los disgráficos, pero yo voy a tener la razón en la inmensa mayoría de los casos restantes. 

Hay otro argumento para hacer ver este asunto. Resulta que la disgrafia "aparece" cuando a los niños se les enseña a escribir en los colegios. ¿Querría esto decir que matricularse en un primero básico ....es riesgo de daño cerebral?..... ¿Podría una pedagogía de la manuscritura mal enfocada generar perturbaciones neurológicas en los escolares...?  NO.  Lo que ocurre tras estos absurdos es que la disgrafia NO ES UNA ENFERMEDAD NEUROLOGICA sino un hábito inadecuado que consiste en usar malas técnicas de manuscritura.

El argumento final es: "CUREMOS A ESOS DISGRAFICOS".
Usted puede tener a un escolar tomando Ritalín durante años, y no va a superar su disgrafia.  Una buena rehabilitación ergonómica de su manuscritura puede acabar con la sintomatología disgráfica en 4 meses.   Aquí sólo planteo lo más general, pero pueden estar seguros de que es aún más interesante entender esto en sus detalles.

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