IMPORTANCIA
DE LA DISGRAFIA.
Es habitual que en Chile
recitemos de memoria las dificultades de aprendizaje clásicas: disgrafia,
dislexia y discalculia. Sin embargo, es muy infrecuente que alguna Dificultad
Específica de Aprendizaje sea incluida en las Mallas Curriculares con la
profundidad suficiente como para que quienes cursan esas mallas queden capacitados
para rehabilitar las respectivas dificultades. Me refiero a cualquier carrera:
Psicopedagogía, Educación diferencial, Pedagogía Básica, Psicología
Educacional,….. todas ellas mencionan a la disgrafia, y quizás destinen algunas
horas pedagógicas a HABLAR de la disgrafia, pero no se está formando
profesionales que sepan HACER algo con las disgrafias.
La disgrafia, literalmente,
significa dificultades o problemas al
graficar. Así entendida, la
disgrafia pudiera limitarse a los problemas relativos al acto de graficar, al
trazado de las grafías. Sin embargo, es evidente que el proceso de manuscritura
empieza….pensando sobre qué quiero escribir, y también es evidente que para
hacer el trazado de las grafías necesitamos que operen bien una serie de
procesos cognitivos y neurológicos. De modo que se ha reconocido que algunos aspectos
neurológicos y cognitivos son componentes de las disgrafias. Debemos entender
que la disgrafia no solo existe en la graficación, sino también en varios
procesos anexos.
En ámbitos educativos, el gran
problema con la disgrafia está en la TOMA DE APUNTES. Los disgráficos no logran
tomar buenos apuntes ni en las exposiciones orales de sus docentes, ni tampoco
redactando resúmenes a partir de la lectura de artículos y libros. El momento extremo
de una disgrafia se produce como calambre, por lo general en la palma de la
mano. Una mala técnica de escritura obliga al disgráfico a hacer enormes
esfuerzos motrices para sacar adelante tareas relativamente sencillas. Los
disgráficos pueden hacer letras bellas y legibles durante algún tiempo, pero
inevitablemente llegan al punto de las tensiones y los calambres mucho antes
que quienes no padecen disgrafias. Así, el disgráfico suspende su toma de
apuntes cuando siente que viene un calambre; carece de cuadernos completos; y
no puede estudiar adecuadamente para las evaluaciones. Su rendimiento en
evaluaciones del aprendizaje resulta inferior a lo que su capacidad le
permitiría rendir…. si no fuera por la disgrafia. O sea, la disgrafia conduce
al mal rendimiento escolar en todas las asignaturas en las que se toma apuntes.
Si este fenómeno se mantiene en el tiempo, crecen las probabilidades del
fracaso y la deserción escolar. También es seguro que el disgráfico no obtendrá
grandes puntajes PSU. Aunque se trate de un escolar inteligente, la disgrafia
lo instala en sub-rendimientos que le impiden hacer un buen proceso formativo.
La prevalencia de la disgrafia
puede variar enormemente, dependiendo del concepto que manejemos y de las
poblaciones a las que nos queramos referir. 443 recién ingresados a la
Universidad de Valparaíso en 2003, declararon sufrir problemas disgráficos de
tipo motriz; aproximadamente, ellos eran el 30% de los diestros y el 90% de los
zurdos. Esto nos lleva a que, gruesamente, el 40% de esa población de novatos
universitarios califica como disgráfica.
Desde perspectivas neurológicas norteamericanas, los disgráficos
difícilmente suben del 6% entre escolares de básica. No es fácil hacer acuerdos
claros entre diferencias tan importantes en la prevalencia. Pero podemos tomar
UN MINIMO razonable: creo que en cualquier escuela chilena hay un 20% de
disgráficos motores que pesan negativamente en los procesos educativos de sus
establecimientos y, en la medida que sus disgrafias no se rehabilitan, se
perjudican severamente en su formación personal. No tiene mucho sentido discutir en abstracto
este punto. Analizaremos en la Jornada las definiciones operacionales de los
conceptos y los sistemas de medición y diagnóstico: entonces podremos discutir
con mayor base cuánta pudiera ser la prevalencia de la disgrafia en la
Educación Básica de Chile. Hagamos diagnósticos masivos de disgrafias escolares
y cuando tengamos los resultados a la vista, intentemos marcar la frontera que
separará a disgráficos de no disgráficos. Tampoco digo que esto vaya a ser
fácil, pero es un camino posible.
Nuestro argumento final sostiene
que, si un establecimiento educacional resuelve sus disgrafias, va a mejorar todo
su proceso educativo, lo que tendría que reflejarse en Puntajes SIMCE, en PSU y
en cualquier evaluación de aprendizajes. Esto es obvio: en la medida en que los
establecimientos resuelvan una DIFICULTAD DE APRENDIZAJE, estarán facilitando a
sus alumnos y a sí mismos, un mejor proceso de enseñanza/aprendizaje.
No podemos guiarnos únicamente
por SIMCE Y PSU. Hay dolores humanos
involucrados; cada calambre saca lágrimas al disgráfico. Las malas posturas en que incurren muchos
disgráficos al escribir, pueden producirles escoliosis severas. Las madres y
los padres sueñan con la universidad, pero el escolar se mueve entre el 3 y el
5, matando muchas esperanzas. No es difícil que bajen las auto-estimas y que
aparezcan hasta las depresiones.
En suma, muchos escolares se ven en
la dolorosa situación de que sus malas manuscrituras ponen en jaque a sus
procesos educativos y al ingreso mismo a la universidad, para no hablar de
fracasos y deserciones tempranas al sistema escolar.
El drama de la disgrafia tiene
solución, quizás en un 90% de los casos. La proporción de daños cerebrales
imposibles de superar, no alcanza al 10% en casi ninguna población.
Esta Jornada intentará que los
participantes COMPRENDAN las disgrafias según ellas son vistas desde distintas
perspectivas disciplinarias; intentará que aprendan a DISTINGUIR ENTRE LAS
DIVERSAS CLASES DE DISGRAFIAS, e intentará que APRENDAN A RECONOCER CADA
DISGRAFIA POR SUS PRINCIPALES INDICADORES DIAGNÓSTICOS.