lunes, 6 de abril de 2015

ENTRADA N° 29 : O6-04-2015 COMO CONTRATAR REHABILITACIONES

¿CÓMO CONTRATAR TRATAMIENTOS DE DISGRAFIA ?

Vista la situación que se vive de ausencia de especialistas de verdad en la rehabilitación de disgrafias, se vuelve fácil que un apoderado que no conoce este campo, termine contratando a no-especialistas y, por qué no decirlo, a verdaderos piratas que están al acecho, listos para ofrecer a los incautos competencias rehabilitadoras que no tienen.  Evidentemente, los títulos y los diplomas profesionales no garantizan  especialidad alguna a sus titulares; más bien ocurre que casi todas las mallas curriculares, forman profesionales generales y básicos, pero NO forman especialistas.  Por otro lado, hacer por ejemplo, un doctorado en Psicología Educacional, tampoco garantiza que ese profesional sepa rehabilitar disgrafias, ya que su doctorado puede haber versado sobre asuntos complemente distintos a los de las dificultades de aprendizaje y las rehabilitaciones respectivas. Las maestrías y los doctorados son GRADOS ACADEMICOS y no especialidades profesionales.

Los apoderados que pueden contratar servicios profesionales privados, siguen en esto recomendaciones muy inciertas; si bien puede ocurrir que alguien recomiende a un especialista porque LE CONSTA que sabe rehabilitar disgrafias, también ocurre que los consejos vengan de gente inexperta, familiares y amistades que sugieren nombres de profesionales por razones muy ajenas a la verdadera experticia de éstos.  Tanto peor si la elección del especialista no es posible, porque operan convenios y profesionales designados por instituciones.

El peor de todos los casos probablemente sea la recomendación entre amigos. Tres o cuatro profesionales acuerdan compartir una clientela o  “remitirse” unos a otros los pacientes; cada uno de ellos manda al paciente, a un “súper-especialista” en el tema. De la noche a la mañana, cuatro novatos se vuelven, por boca de sus amigos, en grandes especialistas. Esto es una forma de fraude.  No es por la vía de un “status” publicitariamente construido como podrá garantizarse la experticia de un rehabilitador de disgrafias.

Cualquiera sea la forma de ELEGIR / O / NO-PODER-ELEGIR al especialista, queda por ver CUAL SERA LA MANERA DE CONTRATARLO.  La peor forma es la “captura” del cliente por los médicos, en nuestro ámbito, por los neurólogos.  Recetan RITALIN y de ahí en adelante, “venga a control” seis veces al año.  El cliente queda prisionero y tiene que pagar consultas, en circunstancias que lo único que está en juego a esa altura es si el paciente se está tomando o no las píldoras o las gotas.

En el extremo contrario, y que yo defiendo porque lo creo justo, se debe contratar programas de tratamiento orientados a metas específicas.  La acción de los terapeutas de cualquier tipo y la cobranza por sus servicios, no puede ser independiente de que obtengan o no logros en beneficios de sus pacientes. Así, propongo que se contrate un programa que DEBE PRODUCIR los logros a, b y c, en un plazo de X semanas.  Cumplido el plazo se evalúa los logros. Si se los obtuvo, el especialista cobra la totalidad del programa. Si no obtuvo logros, devuelve lo cobrado en una proporción a pactar.

Para mí está muy claro, después que tengo un diagnóstico hecho, qué tanto avance voy a poder obtener de cada rehabilitación.  Siempre son logros aproximados;  es más un marcar un “nivel” de logros que especificar obsesivamente cada pequeña ganancia comprometida.  El punto es que quede muy claro que sin logros,  habrá devolución de cobranzas, y que con logros razonables, los pagos del cliente están plenamente justificados. 

Si el programa dura 10 semanas, lo anterior consolida ese periodo de tratamientos, pero a la vez, le pone término a las intervenciones rehabilitadoras, al menos en lo contractual. El cliente podrá ir donde otro especialista si en ese momento está descontento.

Este sistema contractual puede ser visto en la tranquilidad que le da al cliente. Logros asegurados en plazos fijos, o devoluciones, es un trato muy conveniente para el cliente.

Pensemos ahora este mismo tipo de contrato, pero desde la perspectiva del especialista que ofrece sus servicios en estos términos.  Para ofrecer algo así, …hay que estar bien seguro de las propias competencias profesionales. No tendría sentido contratar programas de tratamiento con un compromiso de devolución de pagos si no se obtiene logros de los tratamientos. El especialista tiene otra ventaja: su tratamiento está contratado por 10 semanas, y sabe que podrá hacer un trabajo serio…. Que suele ser imposible si el paciente se pierde a la tercera sesión y ya no vuelve.

En estos contratos, yo estaría dispuesto a devolver HASTA el 50% si no obtengo logros, porque yo habría trabajado igual, y porque no siempre sería yo el responsable del fracaso del tratamiento. Existen muchos niños con muy escasa disciplina y que, a menos que en su casa se maneje muy bien las motivaciones, el chico puede no interesarse en absoluto por su propia rehabilitación, no poner empeño ni compromiso alguno. Se entenderá que en estos casos, el especialista pudiera hasta no estar obligado a hacer devoluciones.  Es el caso de las drogadicciones: el especialista puede poner todo lo necesario para que una terapéutica tenga éxito, …pero si de parte del paciente no hay un compromiso, un empeño mayúsculo por abandonarla, no habrá logros; y no será culpable el especialista.

PIENSEN EN LA POSIBILIDAD:
PAGUEN CARO POR NIVELES DE LOGROS A PLAZO FIJO.
ESO ES MEJOR QUE COSTOS  INTERMINABLES,
POR TRATAMIENTOS INTERMINABLES Y

POR LOGROS VAGOS, IMPRECISOS, ….
SI ES QUE LOS HAY. 

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