lunes, 6 de abril de 2015

ENTRADA N° 28 : 04-04-2015. EL DECRETO n| 170 / 2010.

DECRETO N° 170 / 2010.

El MINEDUC suele confundir conocimiento con burocracia.  Para sus funcionarios, estar instalados en el aparato burocrático, equivale a tener los conocimientos suficientes como para dictar normas en torno a cómo deben proceder, en este caso, los diagnósticos de Necesidades Educativas Especiales… término que pretende haber superado al de Dificultades Específicas de Aprendizaje.

El problema está en que el MINEDUC carece de competencias reales, por ejemplo, en materias de DISGRAFIA.  El Decreto 170 / 2010 no dice nada sobre disgrafias; las alude genéricamente como Dificultades Específicas de Aprendizaje y como Necesidades Educativas Especiales, pero no reconoce clases distintas de disgrafias ni se refiere a cómo puede diagnosticarse cada una de estas. En modo alguno sugiere que estos diagnósticos puedan conducir a distintos tipos de tratamientos para las distintas disgrafias.   Tampoco señala en qué condiciones se puede “dar de alta” a un escolar que pasa por una rehabilitación de disgrafia.

Por otro lado, el Decreto reconoce experticias en profesionales que no necesariamente las tienen. Los Pedagogos y los Psicopedagogos son los profesionales que están instalados en las UTP y en las Aulas de la Educación Básica, y en esas aulas abundan las disgrafias sin que estos profesionales hayan podido prevenir su aparición y sin que logren rehabilitarlas una vez que se desarrollan como dificultades de aprendizaje para el alumno.  Ciertamente, puede haber excepciones; es posible que algún pedagogo enseñe buena manuscritura, y es posible que algún Psicopedagogo sepa rehabilitar disgrafias; pero esa no es la norma; desgraciadamente, en Chile casi no existen especialistas en disgrafia. Esta ausencia de profesionales capaces de actuar al nivel de aulas, es el motivo de que la “terapia” universal para numerosos problemas –incluida la disgrafia- sea el nefasto RITALIN. 

A pesar de estas graves deficiencias, el Decreto usa casi 30 páginas para armar una verdadera jungla burocrática y un complejo sistema de reglas y procedimientos que, de no cumplirse,… terminarán dejando a los escolares que las necesitan, SIN LAS SUBVENCIONES para que puedan acceder a tratamientos financiados.

Puedo entender las frustraciones de los profesionales que están trabajando con los colegios y escuelas. Les exigen, desde una jerarquía burocrática, que procedan en formas inadecuadas tanto al diagnóstico como a las rehabilitaciones de las dificultades de aprendizaje.  Realizan muchos trámites, pero no rehabilitan disgráficos.  Me temo que pase exactamente igual con dislexia y con discalculia.

Con todo, el Decreto 170 / 2010 tiene un aspecto rescatable:  exige evaluaciones “de entrada” al inicio del año escolar, y evaluaciones de salida, a final del año, a todos aquellos casos cuya atención requiera subvenciones del Estado.  Sería interesante estudiar las diferencias entre estas dos evaluaciones anuales.  Mucho me temo que, dadas las condiciones en que operan, prácticamente ningún establecimiento educacional  logre rehabilitar una sola disgrafia.  Si así fuera estaríamos muy probablemente ante un nuevo caso de “documentos ideológicamente falsos”: es tentador hipotetizar que las evaluaciones de “salida” declaran grandes eficacias rehabilitadoras respecto de lo diagnosticado en los “inicios”.  Y al año siguiente, como hay que justificar el trabajo, se vuelve a diagnosticar abundantes problemas en la evaluación del “inicio”…..¿para volver a tener éxito en términos burocráticos, …pero no en términos reales?.  No sería extraño que, a través de los procedimientos del Decreto 170 / 2010, un mismo escolar resulte REHABILITADO de su disgrafia cinco o seis años seguidos.  Hecho que de constatarse, probaría una mayúscula irregularidad generada desde el mismísimo Decreto N° 170 / 2010.

Es lamentable.  Los escolares con Dificultades Específicas de Aprendizaje y Necesidades Educativas Especiales,  no tienen a su disposición los tratamientos que necesitan; pero el Decreto N° 170 / 2010 diseñó una jungla burocrática de trámites y formularios a llenar, que pudieran hacer creer a los legos que se está haciendo mucho por esos niños.  Sólo es un gran simulacro, un gran fraude.


Vistos los enormes trabajos que se realizan según este Decreto, el MINEDUC debiera publicar los éxitos que ese trabajo tiene, entregándonos listas de alumnos REHABILITADOS.  ¿Existirá algún REHABILITADO?......   ¡¡¡ MUY DIFICIL !!!. 

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