DECRETO N° 170 / 2010.
El MINEDUC suele confundir
conocimiento con burocracia. Para sus
funcionarios, estar instalados en el aparato burocrático, equivale a tener los
conocimientos suficientes como para dictar normas en torno a cómo deben
proceder, en este caso, los diagnósticos de Necesidades Educativas Especiales…
término que pretende haber superado al de Dificultades Específicas de
Aprendizaje.
El problema está en que el MINEDUC carece de competencias reales, por ejemplo, en materias de DISGRAFIA. El Decreto 170 / 2010 no dice nada sobre disgrafias; las alude genéricamente como Dificultades Específicas de Aprendizaje y como Necesidades Educativas Especiales, pero no reconoce clases distintas de disgrafias ni se refiere a cómo puede diagnosticarse cada una de estas. En modo alguno sugiere que estos diagnósticos puedan conducir a distintos tipos de tratamientos para las distintas disgrafias. Tampoco señala en qué condiciones se puede “dar de alta” a un escolar que pasa por una rehabilitación de disgrafia.
Por otro lado, el Decreto
reconoce experticias en profesionales que no necesariamente las tienen. Los
Pedagogos y los Psicopedagogos son los profesionales que están instalados en
las UTP y en las Aulas de la Educación Básica, y en esas aulas abundan las
disgrafias sin que estos profesionales hayan podido prevenir su aparición y sin
que logren rehabilitarlas una vez que se desarrollan como dificultades de
aprendizaje para el alumno. Ciertamente,
puede haber excepciones; es posible que algún pedagogo enseñe buena
manuscritura, y es posible que algún Psicopedagogo sepa rehabilitar disgrafias;
pero esa no es la norma; desgraciadamente, en Chile casi no existen especialistas en
disgrafia. Esta ausencia de profesionales capaces de actuar al nivel de aulas,
es el motivo de que la “terapia” universal para numerosos problemas –incluida
la disgrafia- sea el nefasto RITALIN.
A pesar de estas graves
deficiencias, el Decreto usa casi 30 páginas para armar una verdadera jungla
burocrática y un complejo sistema de reglas y procedimientos que, de no
cumplirse,… terminarán dejando a los escolares que las necesitan, SIN LAS
SUBVENCIONES para que puedan acceder a tratamientos financiados.
Puedo entender las frustraciones
de los profesionales que están trabajando con los colegios y escuelas. Les
exigen, desde una jerarquía burocrática, que procedan en formas inadecuadas
tanto al diagnóstico como a las rehabilitaciones de las dificultades de
aprendizaje. Realizan muchos trámites,
pero no rehabilitan disgráficos. Me temo
que pase exactamente igual con dislexia y con discalculia.
Con todo, el Decreto 170 / 2010
tiene un aspecto rescatable: exige
evaluaciones “de entrada” al inicio del año escolar, y evaluaciones de salida,
a final del año, a todos aquellos casos cuya atención requiera subvenciones del
Estado. Sería interesante estudiar las
diferencias entre estas dos evaluaciones anuales. Mucho me temo que, dadas las condiciones en
que operan, prácticamente ningún establecimiento educacional logre rehabilitar una sola disgrafia. Si así fuera estaríamos muy probablemente
ante un nuevo caso de “documentos ideológicamente falsos”: es tentador
hipotetizar que las evaluaciones de “salida” declaran grandes eficacias
rehabilitadoras respecto de lo diagnosticado en los “inicios”. Y al año siguiente, como hay que justificar
el trabajo, se vuelve a diagnosticar abundantes problemas en la evaluación del
“inicio”…..¿para volver a tener éxito en términos burocráticos, …pero no en
términos reales?. No sería extraño que,
a través de los procedimientos del Decreto 170 / 2010, un mismo escolar resulte
REHABILITADO de su disgrafia cinco o seis años seguidos. Hecho que de constatarse, probaría una
mayúscula irregularidad generada desde el mismísimo Decreto N° 170 / 2010.
Es lamentable. Los escolares con Dificultades Específicas de
Aprendizaje y Necesidades Educativas Especiales, no tienen a su disposición los tratamientos
que necesitan; pero el Decreto N° 170 / 2010 diseñó una jungla burocrática de
trámites y formularios a llenar, que pudieran hacer creer a los legos que se
está haciendo mucho por esos niños. Sólo
es un gran simulacro, un gran fraude.
Vistos los enormes trabajos que se
realizan según este Decreto, el MINEDUC debiera publicar los éxitos que ese
trabajo tiene, entregándonos listas de alumnos REHABILITADOS. ¿Existirá algún REHABILITADO?...... ¡¡¡ MUY DIFICIL !!!.
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